Actualmente España y México se afianzan como los destinos turísticos más competitivos del mundo y de América Latina, respectivamente.
En ambos casos se cobra la tasa turística como fuente de financiación para el desarrollo de la industria turística, la consolidación de marca ciudad y la promoción del destino.
Más de la mitad de los países europeos han introducido una tasa turística para hacer frente a la recesión, reducir el déficit o promover la industria turística.
El contexto nacional y la información correspondiente a Medellín comprometen a la institucionalidad y el sector privado a encontrar nuevas fuentes de ingresos para continuar promocionando el turismo local y regional, generando valor y propendiendo por la sostenibilidad del destino, las empresas y la sociedad en general, haciendo del turismo un eje de desarrollo para el territorio antioqueño.
Se requiere una fuente de ingresos que no dependa de la disponibilidad de los recursos públicos y que permita seguir sembrando para el futuro, por un turismo más competitivo, desarrollado en una infraestructura turística y de transporte competitivo, sostenible medioambientalmente, innovador, rico en recursos naturales y culturales y visible a nivel nacional e internacional.
La Cuota de Ciudad sea voluntaria o como figura tributaria, es una tasa que existe hace muchos años, está ampliamente generalizada y la pagan miles de turistas en muchas ciudades en el mundo, quienes se convierten en una fuente de financiación alternativa del desarrollo turístico, la sostenibilidad y la promoción del destino. En este sentido, esta tasa debe revertir positivamente tanto en el propio viajero como en el territorio, como un nuevo instrumento al servicio del sector turístico.
Es una tasa extendida y justificada principalmente a nivel local, en ciudades con atractivos específicos, arquitectónicos, históricos, naturales y culturales que los hacen menos vulnerables a los ligeros aumentos en los costos asociados a la estancia del turista.
Más de la mitad de los países europeos han introducido una tasa turística para hacer frente a la recesión, reducir el déficit o promover el sector. Estas tasas son más elevadas en algunas capitales. Por ejemplo, en España se aplica en Cataluña desde 2012 y desde el 2016 en Baleares, en ambos casos el impuesto se concreta según la cantidad diaria de noches pernoctadas por persona, la categoría del establecimiento, la ubicación y la edad del visitante.
Actualmente España y México se afianzan como los destinos turísticos más competitivos de Europa y América Latina, respectivamente. En ambos casos se cobra la tasa turística como fuente de financiación para el desarrollo de la industria turística, la consolidación de marca ciudad y la promoción del destino. No en vano, por tercera vez consecutiva, España es distinguida como líder mundial en competitividad turística, seguido por Francia y Alemania.