Desde 2016, el Museo de Antioquia ha fortalecido su compromiso con el centro de Medellín y sus comunidades, a través de un enfoque museográfico abierto e incluyente. Bajo el concepto de Museo 360, se activaron más de 80 accesos que conectan el edificio con su entorno, promoviendo el diálogo entre el arte y la calle mediante programas como Diálogos con sentido, La banca azul y Calle museo.
La institución también ha priorizado la inclusión social, con apuestas como la apertura de un jardín infantil para hijos de trabajadores del sector, y residencias artísticas en territorios históricamente excluidos como la calle Cundinamarca.
Paralelamente, se implementó un modelo de gestión sostenible y eficiente, permitiendo la continuidad de su misión incluso en escenarios adversos como la pandemia. En cuanto a su patrimonio, el Museo ha enriquecido su colección con archivos de artistas colombianos e internacionales.
Hoy, el Museo se proyecta como un espacio que interpela la ciudad desde el arte, abordando temas urgentes como el medio ambiente, la memoria, el territorio y el derecho a habitar y transformar la ciudad.